El ouzo es la bebida tradicional griega y la isla de Chios, conocida como la cuna de las especias y los aromas, produce una variedad especial de ouzo muy suave. Los ingredientes tradicionales son, entre otros, glykanissos (anís), maratho (hinojo), koliandro (cilantro) y el incomparable mastic. La bebida es transparente, pero se vuelve blanquecina y opaca al mezclarla con agua.
Su producción empieza con la mezcla de pieles de uva u otros productos locales con hierbas y otras especias como anís estrellado, cilantro, clavo, raíz de angélica y hasta canela y flores de lima. A continuación se hierve la mezcla en un alambique de cobre (kazania) y un degustador la regula. El líquido que resulta de este proceso se deja enfriar y se almacena durante unos meses antes de diluirlo hasta un 40% de alcohol. Sin embargo, algunos ouzos caseros pueden llegar a tener hasta la barbaridad de un 80% de alcohol.
Chios lleva produciendo ouzo muchos años y, como sucede con muchas bebidas tradicionales, ésta ha jugado un papel especial en la vida social de la isla. A pesar de que al principio era sólo una bebida para hombres, pronto se convirtió en un símbolo de felicidad y buena suerte, por lo que empezó a servirse en ocasiones especiales y como aperitivo antes de las cenas. Desde un punto de vista culinario, la típica combinación del ouzo acompañando pescado resulta en un sabor especialmente delicioso.
Hoy en día todavía se sirve como aperitivo y en combinados o cócteles. En una taberna junto a las cristalinas aguas turquesa de día, o disfrutando del cielo estrellado de noche, el ouzo no puede dejar de acompañar especialidades locales como el ktapodaki (pulpo), la atherina (morralla), la throumba elia (un tipo especial de oliva), los toursia (pepinillos), o el tyri (queso).